¡¡OJO SPOILERS!!: post para ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio jaja

Bueno, acabado el prólogo, nos metemos de lleno en el Capítulo I.

Lo cierto es que atravesar Cercadillo no era ninguna visita panorámica. Había nacido a principios de los años 30, como tantos otros de los míseros villorrios de los que moteaban el país en su eje horizontal, con la única función de abastecer a la avalancha de emigrantes que, en busca de un sueño, se dirigían al oeste. .

suprimir, por innecesario.

Pero hacia mucho tiempo que el sueño se había roto y cercadillo era parte de los escombros, un simple recordatorio de aquella locura.

hacía

Cercadillo

Como su vieja estación de ferrocarril, por la que nunca paso tren alguno (punto y coma)o el antiguo cine (coma) que desde su ruinosa marquesina todavía anunciaba (dos puntos) “Muy pronto: la Guerra de las Galaxias”.

pasó

Así que no es de extrañar que cualquier turista motorizado que aconteciera pasar por allí, al ser recibido por tan deplorable asentamiento humano, hubiera apretado a fondo el acelerador de su vehículo para dejar atrás semejante pesadilla, sin detenerse hasta alcanzar la relativa seguridad de Santa Fe o de Albuquerque. Lo cual demuestra que, después de todo, la decisión de Hubert había sido acertada.

esos dos verbos van juntos, deben tener el mismo tiempo verbal. Así que si pones presente en el primero debes hacer lo mismo en el otro.

Opción uno: usar el presente

Así que no es de extrañar que cualquier turista motorizado que pase por allí, al ser recibido por tan deplorable asentamiento humano, aprete a fondo el acelerador de su vehículo para dejar atrás semejante pesadilla, sin detenerse hasta alcanzar la relativa seguridad de Santa Fe o de Albuquerque. Lo cual demuestra que, después de todo, la decisión de Hubert había sido acertada.

Opción dos: usar pretérito imperfecto

Así que no era de extrañar que cualquier turista motorizado que aconteciera pasar por allí, al ser recibido por tan deplorable asentamiento humano, apretara a fondo el acelerador de su vehículo para dejar atrás semejante pesadilla, sin detenerse hasta alcanzar la relativa seguridad de Santa Fe o de Albuquerque. Lo cual demuestra que, después de todo, la decisión de Hubert había sido acertada.

La camioneta, de un descolorido verde oliva, avanzaba por la carretera levantando una gran nube de polvo, su tubo de escape petardeando al mismo tiempo que emitía bocanadas de un humo negro y espeso.

tunning para la frase.

La camioneta, de un descolorido verde oliva, avanzaba por la carretera levantando una gran nube de polvo. El tubo de escape petardeaba emitiendo bocanadas de un humo negro y espeso.

mmmm, a ver todo el trocillo, tuneado.

Lo último que Jasper vio en vida fue el destello casi metálico de unas pupilas grises, rodeadas de un halo rojo, que descendían sobre él, como los ojos de un ave rapaz que cae sobre su presa. El dolor que siguió fue breve pero intenso, un tormento de afilados dientes que desgarraban su carne sin piedad, seccionando carótida y yugular con la habilidad de un matarife experimentado. En su sorpresa y su dolor, ni siquiera tuvo tiempo de gritar. Luego, cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, ya fue demasiado tarde para hacerlo. Todas sus intenciones y su energía se escapaban a borbotones por el tajo en su cuello, succionadas por la boca de Pearl. Un hilillo de sangre se deslizó por su piel bronceada y, al llegar a la nuca, goteó hasta la alfombra, creando una creciente mancha en la prístina blancura. La música continuó durante unos instantes, mientras en la televisión, Nosferatu se disolvía con la primera luz del día.

A la mañana siguiente, todos los periódicos de Nueva York hablarían de la nueva víctima del vampiro.

Lo último que Jasper vio en vida fue el destello casi metálico de unas pupilas grises, rodeadas de un halo rojo, que descendían sobre él, como los ojos de un ave rapaz que cae sobre su presa. El dolor que siguió fue breve pero intenso, un tormento de afilados dientes que desgarraban su carne sin piedad, seccionando carótida y yugular con la habilidad de un matarife experimentado. En su sorpresa y su dolor, ni siquiera tuvo tiempo de gritar. Luego, cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, ya fue demasiado tarde para hacerlo. Todas sus intenciones y su energía se escapaban a borbotones por el tajo en su cuello, succionadas por la boca de Pearl. Un hilillo de sangre se deslizó por su piel bronceada y, al llegar a la nuca, goteó hasta la alfombra, creando una creciente mancha en la prístina blancura. La música continuó durante unos instantes, mientras en la televisión, Nosferatu se disolvía con la primera luz del día.

A la mañana siguiente, todos los periódicos de Nueva York hablarían de la nueva víctima del vampiro.

vale, eso no me convence, personalmente, me cargaba la comparación. pero eso lo dejo a gusto del consumidor, para mí sobra.

Voy a ver dónde me quedé yo y luego me leo los comentarios de Geni...

Joder, qué lío, a ver si me aclaro...

Vale, ya me he encontrado Empecemos...

Y como si eso zanjase del todo la cuestión, cruzó la puerta cubierta por una cortinilla de conchas y abalorios que separaba el motel de la cafetería. Doña Victoria resopló como un toro y, tras dejar el libro sobre la mesa de recepción con un porrazo, se fue detrás de ella gritando su nombre. Mackenzie echó un vistazo al volumen. ¡Vikingo! decía en grandes letras doradas sobre una imagen de un melenudo Fabio que, mostrando su torso desnudo, levantaba al aire una espada. Meneó la cabeza con desaprobación. ¿Y a eso llamaba su abuela predicar con el ejemplo?

-«¡Vikingo!», entre comillas angulares, y yo pondría una coma antes del "decía"
-levantaba una espada al aire

—¡Ho—li—ta, mi amor! –respondió él, jovial y vocinglero—. ¿Cómo andamos esta mañana

Falta el signo de cierre de interrogación al final de la pregunta

—Bien, bien. Ya ves, por aquí… trabajando un poco… ultimando algunos detalles para la fiesta de esta noche… —luego añadió, de forma casual—. Por cierto, ¿a qué hora dijiste que pasarías a buscarme? ¿A las siete, o a las siete y media?

"Después, añadió de forma casual"

Al decirlo, una oleada de placer y satisfacción la recorrió de arriba abajo, aunque hizo un gran esfuerzo por disimularlo. Sin embargo, Santos la miró con una expresión un tanto desorientada, sin comprender. En el estómago de Mac, el placer y la satisfacción comenzaron a convertirse en algo agrio y revuelto.

"Placer" y satisfacción" significan básicamente lo mismo. Yo me cargaría uno de los dos

Al decirlo, una oleada de satisfacción la recorrió de arriba abajo, aunque hizo un gran esfuerzo por disimularlo. Sin embargo, Santos la miró con una expresión un tanto desorientada, sin comprender. En el estómago de Mac, el placer comenzó a convertirse en algo agrio y revuelto.

En ese instante, el rostro masculino fue como uno de esos primeros intentos de la industria cinematográfica, una sucesión de gestos exagerados que iban transmutándose uno en el otro, igual que las fotos de un cuadernillo al pasar rápidamente las hojas. Primero, desconcierto. Luego, reconocimiento. Después preocupación, seguida de iluminación y, finalmente, alivio. Alivio que, a Mac, le pareció muy evidente y sospechoso.

-Unos párrafos más atrás de este párrafo, comienzas la frase con "En aquel instante", así que cambia uno de los dos instantes por "momento"
-"transmutándose a medida que avanzaban". Con el verbo "transmutar" ya se sobreentiende que cambian de uno al siguiente
-Me cargaría las dos comas que están entre "a Mac"

jajajajaja, eso de "me cargaría" es adictivo. Yo una vez que empiezo con los recortes soy como Rajoy, no puedo parar

Estoy abriendo el relato, para seguir con el escabeche

Era todavía temprano y sólo el jubiloso canto de los pájaros rompía la calma matutina, hasta que el pick-up viró cerradamente, derrapó sobre unas piedras y se detuvo con un seco frenazo detrás de una estación de servicio de aspecto bastante dejado. La gasolinera, otra de las catastróficas ideas del mencionado Hubert, estaba junto al motel “Las Rositas”, que también disponía de una cafetería anexa. La puerta del vehículo se abrió bruscamente y por ella salió un mexicano de pelo engominado y bigote a lo Pancho Villa. El sujeto, que por cierto se llamaba Porfirio y era uno de los 293 habitantes de Cercadillo, quitó el candado a la reja que cerraba la oficina y luego se perdió en el interior del edificio. Casi de inmediato, de un cutre altavoz que colgaba de forma precaria de uno de los surtidores surgió una estridente voz femenina que atronó en el valle y puso fin al idílico silencio.

- hasta que el pick-up giró abruptamente, derrapando sobre unas piedras, y se detuvo con un seco frenazo detrás de una estación de servicio de aspecto bastante dejado.

- suprimir. Queda mal, pero si no lo suprimes, entonces ese Por Cierto es lo que va entre comas.

—Ey, Ey, Ey, estás escuchando la WLCK desde Albuquerque —proclamó la locutora con un fuerte acento español—. Son las diez de la mañana y hoy es sábado 31 de octubre ( punto y seguido) Tenemos una agradable temperatura de 22 grados y… ¿Sabes qué va a ocurrir esta noche? —se oyeron una serie de efectos especiales: puertas chirriando, pasos y un lobo aullando—. ¡Síííííí, lo has acertado! ¡Ja-lo-güínnnnnnnn!

- ¡Hey!¡Hey!¡Hey! Estás...

Esa mañana vestía una cazadora tejana sin mangas, a guisa de chaleco, camiseta a rayas blancas y azules, y una desflecada mini-falda de color marfil que dejaba al descubierto sus piernas.

suprimir, por obvio. No sé en la pérfida albión, pero aquí lo que no tiene mangas y no es cerrado, es chaleco.

Piernas que, en su página de Facebook, describía como “esbeltas” y “torneadas”, pero que en realidad resultaban más bien flacuchas e innegablemente pecosas. Sujetas en la solapa lucía dos chapas. Una mostraba el rostro de Boris Karloff caracterizado como el monstruo de Frankenstein. La otra simplemente decía: “Le geek, c’est chic”.

eliminaría las comillas, no son necesarias, ya dices luego que sus piernas no son así (juas, pobre Mac)

En esos momentos (coma) la joven se había dejado llevar por la música y seguía el ritmo golpeando el mostrador con la punta de un bolígrafo. Delante de ella tenía un ejemplar de la revista “Rue Morgue” abierto por la mitad y, muy concentrada, estaba realizando el cuestionario de ese mes. Con el entrecejo un tanto fruncido (coma) leía atentamente las preguntas. Luego (coma) apenas si se tomaba un par de segundos antes de trazar un circulo alrededor de las letras que encabezan las respuestas: a, b, b, c, b, a, b, b, b. En la parte de abajo, en una esquina, indicaba que las soluciones estaban en la página 67 (coma) así que, tras chuparse el dedo índice, hasta allá fue rápidamente. Escaneó dicha página de un vistazo y, bajo una foto de George Romero anunciando Ray-Bans, descubrió un pequeño titular que informaba:

- suprimir

- Examinó dicha página y, bajo...