Cuarta entrega de la serie Bridgerton, en la que nos cuentan la historia de Colin (el tercero de los hermanos Bridgerton) y Penélope Featherington.
¿Pueden dos personajes ser más diferentes? Colin es divertido, admirado, guapo, deseado, es decir, muy valorado en su entorno social. Y como contrapunto está Penélope, esa chica: sosa, aburrida, anodina, incluso descrita como poco atractiva; en resumen, no es muy popular. Sin embargo, los caminos de ambos están entrecruzados desde hace mucho tiempo;ya que Eloise, la hermana de Colin, es la mejor amiga de Penélope, quizás la única que tiene.
A Penélope la conocimos en libros anteriores, y la escritora nos la ha presentado como alguien que no tiene éxito en su entorno. No es una belleza, no despierta pasiones, no tiene a los caballeros rendidos a sus pies. Es tímida, llega a tartamudear en los momentos en que se siente más nerviosa. Además su madre siempre la ha obligado a vestirse con ropas que no la favorecen y que destacan mucho más todos sus defectos.
A sus veintiocho años sigue soltera, a esa edad ya está considerada como una solterona”, sus aspiraciones no pueden ir más allá de acompañar a su hermana menor y en el futuro cuidar de su madre, un futuro que se presenta muy poco prometedor. Pero Penélope tiene sueños, tiene aspiraciones, aunque sabe que probablemente nunca podrán realizarse. Eso no le impide imaginar la vida con un hombre que esté enamorado de ella, pensar en la forma en que la trataría y elucubrar una y mil veces sobre su felicidad y futuro. Y tiene en mente cuál sería su candidato perfecto, si él quisiese, y no es otro que Colin. Pero también es una mujer que conoce sus limitaciones e intuye que sus deseos más secretos nunca se harán realidad.
Colin, es uno de los caballeros más admirados y deseados por todas las mujeres en edad de casarse, el premio a conseguir en cada nueva temporada que se inicia. Sin embargo, él está poco dispuesto a “sentar cabeza”, a pesar de la insistencia de su madre, que no ve el momento en que pase por la vicaría. Aparentemente lo tiene todo; dinero, buen porte, simpatía; sin embargo él se siente insatisfecho con la vida que lleva, y se dedica a viajar no sabe bien con qué fin, quizás :¿huir de aquello que no le gusta????
Después de algún tiempo sin verse, Penélope y Colin vuelven a coincidir, e inexplicablemente aquello que en las mentes de ambos estaba tan claro, comienza a diluirse y deja paso a la confusión por los sentimientos que despiertan uno en el otro.
Contra todo pronóstico, me ha gustado muchísimo éste libro. Esperaba un “bodrio” y me encontré una historia con chispa, con frases muy divertidas que incluso me han arrancado alguna carcajada. Después de leer comentarios de todo tipo sobre Colin y la decepción que había supuesto para algunas su personaje en este libro, esperaba algo peor; quizás por eso me ha parecido tan bueno.
Cierto que el personaje de Penélope es encantador, y sin embargo Colin en algunos momentos, sobretodo hacia el final, merece unas “sacudidas” por su terquedad y por ser tan obtuso ante algunas situaciones. Pero con todo, es un libro que me ha resultado muy ameno, que me ha divertido y hecho suspirar… SI, me ha gustado. A pesar de que cambiaría un poco el carácter “infantil” de Colin, y algunos comentarios que hace, que me han dejado parada, porque no coincidían con la imagen que me había forjado de él. Pero ya digo, aún así le pondría un 9,5. Este libro me ha reconciliado con esta escritora, y me ha hecho plantearme que quizás tenía que haber dado más oportunidades a sus historias.
Besos