¡¡OJO SPOILERS!!: post para ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio jaja

—No soy tan joven —le aseguró, colocándose un mechón de pelo tras la oreja. El gesto y la delicadeza de su perfil la hicieron parecer precisamente eso, una niña desvalida, por mucho que ella tratara de negarlo.

Geni, ¿esto no sería un "le"?

Su sonrisa era ancha, sensual, casi lobuna. Juntos tomaron un taxi amarillo y se dirigieron al apartamento de él en Grenwicht Street.

Greenwich

no es un la, es complemento directo:

El gesto y la delicadeza de su perfil = sujeto

hicieron = verbo

¿sobre quien actúa el verbo? sobre ella = complemento directo, por tanto puede poner La

Otra forma de decirlo:

El gesto y la delicadeza de su perfil hicieron que ella pareciera, precisamente eso, una niña desvalida.

anarion escribió:

no es un la, es complemento directo:

El gesto y la delicadeza de su perfil = sujeto

hicieron = verbo

¿sobre quien actúa el verbo? sobre ella = complemento directo, por tanto puede poner La

Otra forma de decirlo:

El gesto y la delicadeza de su perfil hicieron que ella pareciera, precisamente eso, una niña desvalida.

Está visto que esto me traerá siempre por la calle de la amargura...

«Rodeada por desconocidos, con su larguísimas y espesas pestañas proyectando sombras oscuras sobre unas mejillas increíblemente delicadas, miraba a su alrededor con cierta aprensión, como si temiera algo o como si huyese de alguien»

Esa construcción me gusta, queda muy recogidita...

Chus escribió:

A ver, empiezo de nuevo desde el principio.


Como tal, gozaba de una exclusiva clientela compuesta, mayoritariamente, por un nutrido grupo de famosillos y exhibicionistas sociales en busca del escaparate ideal donde dejarse ver. El resto lo constituían una amalgama de marginados, de pervertidos y de don nadies , que como sombras elusivas se conformaban con regalarse la vista en uno de los mercados de carne más exclusivos de la ciudad. Una simbiosis perfecta, podría decirse, aunque no exenta de cierto grado de patetismo.
Ese sábado noche, como cada fin de semana, el local estaba abarrotado hasta los topes. La atmósfera en el interior era densa, cargada de humedad y de una mezcolanza de olores, entre ellos el abrumador efluvio de perfumes caros y aquel aroma dulzón del humo artificial producido con glicerina. En la pista, codo con codo, la variopinta concurrencia bailaba al son de Lady Gaga y su “Pokerface”)[*], cadencia y movimientos ralentizados por el engañoso efecto de una luz intermitente. Las figuras, agitándose con un ritmo compartido, parecían una masa compacta, casi homogénea, y formaban una oscilante marea de brazos alzados. En medio de aquella muchedumbre, por su absoluta inmovilidad, destacaba una delgada figura femenina. Con su cortísimo vestido de lentejuelas blanco y su cabello rubio platino, la joven parecía una escultura de mármol, de esas que suelen encontrarse en los viejos cementerios. Rodeada por desconocidos , miraba a su alrededor con cierta aprensión, como si temiera algo o como si huyese de alguien, sus larguísimas y espesas pestañas proyectando sombras oscuras sobre unas mejillas increíblemente delicadas. Sin embargo, su turbación era del todo innecesaria. El gentío que la rodeaba no parecía haber reparado en su presencia. Tan sólo un par de ojos, a cierta distancia, la observaban con gran intensidad.

Me da la impresión de que hay unos cuantos "como" tan seguidos, ¿no?

Y con lo que está subrayado, una de dos: o suprimes el "rodeada por desconocidos", o el "que la rodeaba", ya que das la misma información dos veces. A la hora de elegir, yo me cargaría la segunda opción.

Juasss, releyéndolo no hace mucho ya me había dado cuenta de los "comos", pero como soy vaga de narices lo dejé para el destripe El rodeada/rodeaba se me había pasado por completo, por eso. Ahora que lo pienso, sería interesante si pusieran una función en Word que reconociera palabras parecidas en párrafos cercanos. Habrá que sugerirselo a Bill Gates...

anarion escribió:

—Vamos, no lo pienses más. No tienes nada que temer. No soy de esos tíos que van por ahí, aprovechándose de niñitas desvalidas…

le quitaría los puntos suspensivos del final.

Pues sí, creo que tengo un poco de vicio con los puntos suspensivos...

Chus escribió:

Fuera, en contraste, se respiraba el aire fresco del verano. Una ligera brisa ondulaba las verdes hojas de los ginkgos y agitaba las ramas de los cerezos en flor. Jasper pudo ver que la muchacha se había detenido junto al enrejado de un video club, su vista vuelta hacia la calle que, a tan avanzada hora, se hallaba casi desierta.

A ver, esto no es que esté mal, ni mucho menos, pero te lo digo porque yo misma hago lo mismo. Tendemos a utilizar el verbo "ver" y/o "mirar", y un poco después (o antes) utilizamos "vista", "mirada", etc... Yo sustituiría ese verbo por "observar", pero simple y llanamente para no utilizar la misma raíz en dos palabras tan seguidas.

Ala, el primero lo voy a cambiar por observar, que tienes toda la razón... [puntos suspensivos, de los que le gustan a la Genius... ]

Chus escribió:

Joana, tiendes a empezar muchos párrafos seguidos con la misma estructura:

-"Con parsimonia, ..."
-"Con ensayada naturalidad, ..."
-"Con un reconocimiento superficial, ..."

Um, tendré que revisarlos...

Chus escribió:

Una tímida sonrisa tiró de los labios femeninos.

"afloró en"

Um, es que ahí no quiero decir que la sonrisa afloró a sus labios, quiero decir eso, que la sonrisa tiró de las comisuras de sus labios hacia arriba, formando eso, una sonrisa. Igual es un poco rizar el rizo, pero me gustaba la expresión...

Chus escribió:

Su sonrisa era ancha, sensual, casi lobuna. Juntos tomaron un taxi amarillo y se dirigieron al apartamento de él en Grenwicht Street.

Greenwich

Ala, eso para que veais que soy equitativa, y que las faltas las hago tanto en castellano como en inglés...

Vamos a dar alternativas para los comos.

Peackock’s, en el corazón de Chelsea, era la discoteca de moda de Manhattan este. Como tal, gozaba de una exclusiva clientela compuesta, mayoritariamente, por un nutrido grupo de famosillos y exhibicionistas sociales en busca del escaparate ideal donde dejarse ver. El resto lo constituían una amalgama de marginados, de pervertidos y de don nadies, que como sombras elusivas se conformaban con regalarse la vista en uno de los mercados de carne más exclusivos de la ciudad. Una simbiosis perfecta, podría decirse, aunque no exenta de cierto grado de patetismo.

Ese sábado noche, como cada fin de semana, el local estaba abarrotado hasta los topes. La atmósfera en el interior era densa, cargada de humedad y de una mezcolanza de olores, entre ellos el abrumador efluvio de perfumes caros y aquel aroma dulzón del humo artificial producido con glicerina. En la pista, codo con codo, la variopinta concurrencia bailaba al son de Lady Gaga y su “Pokerface”)
[*], cadencia y movimientos ralentizados por el engañoso efecto de una luz intermitente. Las figuras, agitándose con un ritmo compartido, parecían una masa compacta, casi homogénea, y formaban una oscilante marea de brazos alzados. En medio de aquella muchedumbre, por su absoluta inmovilidad, destacaba una delgada figura femenina. Con su cortísimo vestido de lentejuelas blanco y su cabello rubio platino, la joven parecía una escultura de mármol, de esas que suelen encontrarse en los viejos cementerios. Rodeada por desconocidos, miraba a su alrededor con cierta aprensión, como si temiera algo o como si huyese de alguien, sus larguísimas y espesas pestañas proyectando sombras oscuras sobre unas mejillas increíblemente delicadas. Sin embargo, su turbación era del todo innecesaria. El gentío que la rodeaba no parecía haber reparado en su presencia. Tan sólo un par de ojos, a cierta distancia, la observaban con gran intensidad.


- Por ello
- suprimir

Cambiando esos dos, ya no necesitas tocar los otros.

Joana escribió:

Chus escribió:

A ver, empiezo de nuevo desde el principio.


Como tal, gozaba de una exclusiva clientela compuesta, mayoritariamente, por un nutrido grupo de famosillos y exhibicionistas sociales en busca del escaparate ideal donde dejarse ver. El resto lo constituían una amalgama de marginados, de pervertidos y de don nadies , que como sombras elusivas se conformaban con regalarse la vista en uno de los mercados de carne más exclusivos de la ciudad. Una simbiosis perfecta, podría decirse, aunque no exenta de cierto grado de patetismo.
Ese sábado noche, como cada fin de semana, el local estaba abarrotado hasta los topes. La atmósfera en el interior era densa, cargada de humedad y de una mezcolanza de olores, entre ellos el abrumador efluvio de perfumes caros y aquel aroma dulzón del humo artificial producido con glicerina. En la pista, codo con codo, la variopinta concurrencia bailaba al son de Lady Gaga y su “Pokerface”)[*], cadencia y movimientos ralentizados por el engañoso efecto de una luz intermitente. Las figuras, agitándose con un ritmo compartido, parecían una masa compacta, casi homogénea, y formaban una oscilante marea de brazos alzados. En medio de aquella muchedumbre, por su absoluta inmovilidad, destacaba una delgada figura femenina. Con su cortísimo vestido de lentejuelas blanco y su cabello rubio platino, la joven parecía una escultura de mármol, de esas que suelen encontrarse en los viejos cementerios. Rodeada por desconocidos , miraba a su alrededor con cierta aprensión, como si temiera algo o como si huyese de alguien, sus larguísimas y espesas pestañas proyectando sombras oscuras sobre unas mejillas increíblemente delicadas. Sin embargo, su turbación era del todo innecesaria. El gentío que la rodeaba no parecía haber reparado en su presencia. Tan sólo un par de ojos, a cierta distancia, la observaban con gran intensidad.

Me da la impresión de que hay unos cuantos "como" tan seguidos, ¿no?

Y con lo que está subrayado, una de dos: o suprimes el "rodeada por desconocidos", o el "que la rodeaba", ya que das la misma información dos veces. A la hora de elegir, yo me cargaría la segunda opción.

Juasss, releyéndolo no hace mucho ya me había dado cuenta de los "comos", pero como soy vaga de narices lo dejé para el destripe El rodeada/rodeaba se me había pasado por completo, por eso. Ahora que lo pienso, sería interesante si pusieran una función en Word que reconociera palabras parecidas en párrafos cercanos. Habrá que sugerirselo a Bill Gates...

Eso estaría de puta madre... anda que no nos evitaríamos así tantos quebraderos de cabeza y múltiples repeticiones de lectura a la búsqueda del gazapo... ¿Dónde hay que firmar para que eso se haga?

bah, el word tampoco es la pera limonera, porque no te va a evitar la relectura, dado que también debería identificar el sentido de la frase y marcar los errores ortográficos que no consisten obligatoriamente en una palabra mal dicha, jajaja porque me da que sólo señala las palabras que no reconoce, que luego sirvan para donde están colocadas o no, es otra historia.

anarion escribió:

bah, el word tampoco es la pera limonera, porque no te va a evitar la relectura, dado que también debería identificar el sentido de la frase y marcar los errores ortográficos que no consisten obligatoriamente en una palabra mal dicha, jajaja porque me da que sólo señala las palabras que no reconoce, que luego sirvan para donde están colocadas o no, es otra historia.

Buff, pues yo, si no fuera por el Word... imaginaos que, en caso de duda, yo le doy la razón al programita...

anarion escribió:

bah, el word tampoco es la pera limonera, porque no te va a evitar la relectura, dado que también debería identificar el sentido de la frase y marcar los errores ortográficos que no consisten obligatoriamente en una palabra mal dicha, jajaja porque me da que sólo señala las palabras que no reconoce, que luego sirvan para donde están colocadas o no, es otra historia.

Geni, el word es una caca. Por no detectar, no detecta siquiera muchas palabras que realmente existen. Y no te estoy hablando de palabras técnicas. Yo sólo lo utilizo a medida que voy escribiendo, por si se me van los dedillos y escribo algo mal, pero también tengo abierto la RAE, el wordreference de sinónimos y antónimos.... Después, cuando he terminado, comienza el periplo de relecturas. Por eso decíamos que estaría de puta madre que detectara las mismas palabras escritas muy de seguido para evitar repeticiones, pero ya sabemos que eso es una quimera. Lo mejor, la lectura de varios ojitos diferentes.

Pues sí, con las limitacione del Word, lo mejor son unos cuantos pares de ojitos, porque hay que ver los fallos garrafales que se te pueden escapar aunque releas chorrocientas veces... es como una especie de daltonismo...

Bueno, vamos a meternos de lleno en faena y empezar a darle al cincel y al martillo. Remodelación de la primera parte, he hecho varios cambios, sobre todo de lugar, que en realidad es casi lo único que hay que hacer y he metido alguna palabrilla para que quede mejor. Ahí va (en blanco van los cambios):


Peackock’s, en el corazón de Chelsea, era la discoteca de moda de Manhattan este y, por tanto, gozaba de una distinguida clientela compuesta, mayoritariamente, por un nutrido grupo de famosillos y exhibicionistas sociales en busca del escaparate ideal donde dejarse ver. El resto lo constituían una amalgama de marginados, de pervertidos y de don nadies, que como sombras elusivas se conformaban con regalarse la vista en uno de los mercados de carne más exclusivos de la ciudad. Una simbiosis perfecta, podría decirse, aunque no exenta de cierto grado de patetismo.

Ese sábado noche, como cada fin de semana, el local estaba abarrotado hasta los topes. La atmósfera en el interior era densa, cargada de humedad y de una mezcolanza de olores, entre ellos un abrumador efluvio de perfumes caros y el aroma dulzón característico del humo artificial producido con glicerina. En la pista, la cadencia y los movimientos de la variopinta concurrencia que bailaba, codo con codo, al son de Lady Gaga y su “Pokerface”, se veían ralentizados por el engañoso efecto de una luz intermitente. Las figuras, agitándose con un ritmo compartido, parecían una masa compacta, casi homogénea, y formaban una oscilante marea de brazos alzados. En medio de aquella muchedumbre, por su absoluta inmovilidad, destacaba una delgada figura femenina. Su cortísimo vestido de lentejuelas blanco y su cabello rubio platino, hacían que la joven pareciera una escultura de mármol, de esas que suelen encontrarse en los viejos cementerios. Con sus larguísimas y espesas pestañas proyectando sombras oscuras sobre sus mejillas increíblemente delicadas, miraba a su alrededor con cierta aprensión, como si temiera algo o huyese de alguien. Sin embargo, su turbación era del todo innecesaria. El gentío que la rodeaba no parecía haber reparado en su presencia. Tan sólo un par de ojos, a cierta distancia, la observaban con gran intensidad.


Bueno, me he cargado algunos comos y he cambiado de lugar cosas para que la estructura de las frases quedara mejor. Y de paso también me he cargado el empiece ese de "con su" que Chus dice que repites a menudo. A ver si os gusta así.

A mí me gusta mucho así, pero sigue sobrando la "s" en "sobres"...

el problema de los comos está en las metáforas, en inglés se usan un mogollón.

Chus escribió:

A mí me gusta mucho así, pero sigue sobrando la "s" en "sobres"...

no me fastidies, juer debo tener un cariño especial por la ese, o se me quedó grabada en el dedo de tanto despotricar contra ella en tu manuscrito

Arreglao, ya no hay S, la pobre ha pasado a mejor vida

Niña, lo de la "s" es un problemón. Ahora veo "eses" por todos lados

Siguiente trozo. Me he cargado el "ver" "vista". Y al igual que antes un par de modificaciones pequeñas.

Sentado en la barra principal, junto a la entrada, Jasper Griffin poseía la mirada calculadora y fría de un felino. Por norma general, las mujeres acostumbraban a describirle como un tipo con cuerpo de Adonis y rostro de ángel. Lo cual era cierto, aunque la definición que más se ajustaba a su naturaleza era depredador. Un depredador ladino y oportunista como un zorro, que se valía, sin ningún escrúpulo, de inocentes y desamparados. Y todo ello sin necesidad de más instrumento que su belleza y su atractivo físico. Esta noche, como casi siempre, vestía enteramente de negro: camisa de seda de Hugo Boss, tejanos pitillo de Armani y botas de cocodrilo Lucchese Classic. Sobrio, pero innegablemente distinguido. La muchacha, ajena a su escrutinio, parecía haber salido de su trance y avanzaba entre la aglomeración hacia donde un letrero luminoso anunciaba “salida”. Griffin, sin quitarle la vista de encima, acabó de un trago su bebida y se levantó del taburete que había estado ocupando. En los altavoces que bordeaban la sala, Lady Gaga dio paso a LaRoux e “In for de Kill” Le dio tiempo a escuchar los primeros acordes antes de que las puertas se cerraran a su espalda y súbitamente enmudecieran la música.

Fuera, en contraste con el interior, se respiraba el aire fresco del verano. Una ligera brisa ondulaba las verdes hojas de los ginkgos y agitaba las ramas de los cerezos en flor. Jasper pudo ver que la muchacha se había detenido junto al enrejado de un video club y observaba la calle que, a tan avanzada hora, se hallaba casi desierta. Se mantuvo a una distancia prudencial, silbando el estribillo de la canción que acababa de oír. En la quietud de la noche, había algo sobrecogedor en la forma que su boca modulaba las notas, una determinación que casi helaba la sangre (1). Encendió un cigarrillo simulando indiferencia y, cuando alzó el rostro para exhalar una bocanada, aprovechó la oportunidad para inspeccionarla mejor. A la tenue luz de las farolas, comprobó con satisfacción que era joven y muy bonita, tan delgada que el vestido holgado y los zapatos rojos de tacón alto le daban un aire de niña probándose la ropa de mamá frente al espejo. Dulce y tierna como algodón de azúcar, pensó. Dio una profunda calada y, por un instante, la mano que sostenía el cigarrillo escondió una sonrisa perversa.

La muchacha se rodeaba con los brazos, como si tuviera frío. Jasper se acercó unos pasos a ella, con parsimonia, al igual que un cazador que no quiere asustar a su presa. Tiró el cigarrillo al suelo y lo pisoteó hábilmente con la puntera de su bota. Entonces, exudando seguridad, dio comienzo a la farsa que, con un poco de suerte, le ayudaría a cobrarse la pieza. Ostentosamente, para llamar su atención, echó un vistazo a su reloj de pulsera. Luego, dejó caer los hombros y lanzó un sonoro y largo suspiro. La joven apenas le miró de reojo. Griffin se acercó un poco más.

Eliminé el "así misma" por redundante, ya usas el posesivo con el pronombre, por tanto ya indica a quien rodeaba, a sí misa. Cambié la frase de sitio porque en el medio quedaba fuera de lugar, y después sustituí "dejo caer" por "tiró", ya que luego deja caer los hombros también. Ah y te cambie el "como" del cazador.