Tom y Claire son el matrimonio perfecto; Ambos son profesores de instituto llevan años casados y tienen dos hijos en común, no hay nada que empañe su felicidad, han luchado mucho por conseguir formar una familia y están orgullosos de lo que han logrado, de sus maravillosos hijos y de mantenerse unidos cuando a su alrededor la mayoría de las parejas se han ido divorciando.
El nuevo curso escolar traerá una sorpresa a Tom, algo con lo que no contaba, que pensaba se había quedado en el pasado y que había olvidado hacía mucho, pero que ahora se hace presente y va a ser imposible de obviar: su descubrimiento de un hijo nacido fuera del matrimonio.
Es increíble como pueden torcerse las cosas, como las situaciones familiares pueden llegar a degenerar hasta el punto de que todo lo conseguido durante años termina por romperse, resquebrajarse y nada parece capaz de parar el drama que acecha.
Tom no sabe como enfrentar una realidad que no va a poder ocultar por más tiempo, y de pronto el miedo le atenaza, tendrá que contar a su familia y especialmente a Claire que tiene un hijo ilegitimo. ¿Puede arriesgar años de felicidad conyugal? ¿Debe hacerlo? El tiempo juega en su contra y cuanto más intenta escapar de la realidad más daña a quienes le rodean.
Claire se siente tan feliz, su esposo es un hombre estupendo, sus hijos son unos excelentes muchachos, y se felicita cada día por la bendición de estar unidos. En el momento en que Tom pone sobre la mesa el tema de su hijo ilegítimo, Claire descubrirá que existe una mujer diferente en ella, alguien que no sabía que llevaba dentro y que no sólo le está ganando la partida, sino convirtiendo su comportamiento en irreconocible. El fantasma de los celos, la incertidumbre, el dolor de saberse traicionada son demasiado para ella.
¿Y los chicos? Robby y Chelsea tendrán que afrontar la llegada de ese medio hermano del que no tenían noticias, para ellos será difícil adaptarse a la nueva situación, pero sobretodo el distanciamiento que empieza a existir entre sus padres los daña como ninguna otra cosa. Su familia se está desintegrando y nada pueden hacer para parar la situación.
¿Y Kent? Ese hijo ilegitimo que siempre supo que tenía un padre, pero jamás le había puesto cara, no conocía demasiados detalles de él; sin embargo su curiosidad no ha menguado con el paso de los años, se ha hecho mayor y tiene derecho a conocer a su progenitor.
Otra estupenda historia de Lavyrle Spencer, que parece superarse en cada libro que leo. ¡¡Qué intensa!!!. Es una novela romántica dotada de un drama familiar tan desgarrador que atrapa al lector en sus redes y le hace sufrir. Ojalá uno pudiese estar de parte de uno de los protagonistas, pero todos se hacen querer, todos tienen algún punto de razón. Es increíble lo bien que Lavyrle consigue plasmar los defectos de cada uno, los sentimientos más profundos, el dolor, los celos y lleva poco a poco el argumento a un punto que hace que se encoja el corazón. Simplemente con una narración impecable que consigue que Tom y Claire sean cercanos, como si uno estuviese en la habitación con ellos, respirando la tensión y el dolor. Lo recomiendo totalmente. Estas historias son las que me hacen recordar las razones por las cuales soy adicta a la novela romántica.
Valoración : Muy Bueno