El highlander inmortal - Karen Marie Moning

Con su larga melena y sus fascinantes ojos, Adam Black es sinónimo de problemas. Inmortal y arrogante, es un maestro de la seducción que puede recorrer el tiempo y los continentes… hasta que una maldición lo despoja de su inmortalidad y lo vuelve invisible. Sólo le queda una esperanza: que la única mujer en el mundo capaz de verlo acceda a ayudarlo. Gabrielle O’Callaghan, una estudiante de Derecho, ha sido maldecida con la capacidad de ver ambos mundos, el de los mortales y el de las criaturas mágicas. En cuanto ve a Adam Black, está segura de que ese hombre podría ser su perdición. Adam la arrastrará a un mundo de hadas que hierve de mortíferas intrigas… Si consiguen alzarse con la victoria, ganarán una recompensa que pocos mortales llegan a conocer jamás: un amor que no terminará nunca.

Por fin, me lo he leído. Adam Black es uno de mis personajes favoritos de Moning, y lo que me pude reir al principio de su libro. Tanta arrogancia, tanta soberbia, y tanto repelús porque su reina lo había convertido en un insignificante humano.

La verdad es que Adam a mí me parece un amor como personaje, aunque a la pobre Gabrielle estuviera a punto de volverla loca. Pero es que la mujer tambièn era de un cabazón... empeñada en pensar en Adam como una cosa todo el tiempo.

Desde que Adam entró en su vida Gabrielle se empeñó en hacerlo desaparecer. Sin embargo, él no estaba por la labor de dejar escapar a la única persona que podría ayudarle a comunicarse con los demás, en concreto con su hijo Circenn para que él se pusiera en contacto con la reina de las hadas y la convenciera de devolverle la inmortalidad. Sin embargo Circenn no apareció. En su lugar, lo hicieron otros personajes que tenían por misión acabar con Adam, y que por añadidura, eran los peores enemigos de las mujeres de la familia O´Callaghan: las shide-videntes. Y debido a la maldición, él estaba incapacitado para defenderse a sí mismo y proteger a Gabrielle, ya que tampoco podía ver a las criaturas de su misma especie. Su única opción era usar el poco poder que todavía conservaba y encontrar pronto un lugar seguro.

Al verse obligada a estar tan cerca de Adam, Gabrielle fue cambiando su opinión sobre él. Dejó de ser una cosa, para ser Adam, y en ese tiempo también comprobó que toda la información que contenían los libros de su familia estaba equivocada, Y que las criaturas mágicas, no necesariamente tenían que ser malas por el mero hecho de no tener alma.

Yo tengo que reconocer que me ponía de mala leche por culpa de las dichosas almas, es más, estoy por pensar que las almas están sobrevaloradas, juas. Igual me estoy volviendo medio bicho, pero leches, es que en todas las sagas pasa lo mismo con las dichosas almas: si no tienes alma, eres malo; si te alimentas de almas, eres malo, etc... cuando está más que comprobado que las peores de todas las criaturas, son precisamente las que tienen alma.

El libro me ha gustado mucho, y me quedo con la frase de Adam, que me parece una verdad como un templo: Tal vez seas tú quien no puede amar, Morganna. Tal vez cuando tú amas a alguien significa que estarías dispuesta, no a morir, sino a entregar tu alma inmortal. Así que quizás sea tu falta, no la mía.

p.d.: Que se me había olvidado. La edición puede ser muy mejorable. Para variar, Vergara tiene fallos de traducción, de corrección o de lo que sea a cada paso.

Me encantó este libro!!, y sobre todo Amadam.... .... La verdad esque todos los libros de esta saga son fabulosos . Precisamente hace un tiempo que estoy pensando en volver a leerlo .

Besis

Hasta este libro Adam no era santo de mi devocion. En el primero de la serie lo pintan como alguien completamente arrogante y sin sentimientos. En el tercero como padre de Circenn tampoco me gusto mucho, aunque ya parecia que habia algo mas alla de lo que dejaba ver. Pero en este libro me ha conquistado por completo.
Ademas me dio la oportunidad de saber nuevamente de Drunstan y Dageus.