Nos encontramos ante el tercer y último libro de la saga de los Sterling. En los libros anteriores la autora nos ha narrado la historia de los dos hermanos, Sebastián y Justin; y en este último nos narra la historia de la hermana Julianna.
Nuestra protagonista, no ha tenido una vida fácil, su infancia ha estado marcada por el abandono de su madre y por los maltratos de su padre. Afortunadamente siempre tuvo detrás apoyándola a sus dos hermanos, con ellos Julianna sabe que puede contar para lo que sea.
Su gran sueño es casarse y tener hijos, y este sueño también se ve truncado cuando es abandonada en el altar. Después de esto decide irse al extranjero y llevar una vida independiente, negándose a amar a ningún hombre.
Pasados unos años, cuando viajaba a Bath, su carruaje es asaltado por un bandolero enmascarado, llamado la Urraca. El coche sufre un accidente, quedando Julianna inconsciente. Será el bandido quien cuide de ella llevándola a su cabaña.
Julianna se siente fuertemente atraída por su captor, que en realidad es el vizconde Dane Granville, quien trabaja como agente secreto para la Corona en un caso de falsificación de moneda. Pero su misión se complica cuando se cruza en su camino nuestra protagonista.
Después de pasar varios días juntos y de sucumbir a la pasión y a la atracción que existe entre ellos, ella le pide que la deje en libertad, a lo que él accede.
De vuelta a Londres, Julianna trata de olvidar al misterioso bandido, cuya verdadera identidad ignora. La gran sorpresa llega el día que va a una fiesta y le presentan al vizconde Dane Granville.
En este libro, a diferencia de los dos anteriores, los personajes secundarios apenas tienen peso; los hermanos aparecen en contadas ocasiones y la querida casamentera, la Duquesa de Carrington aparece solamente cuando presenta a nuestros protagonistas.
Desde mi punto de vista, este libro es más flojo que los dos anteriores, la primera parte del libro, mientras ambos estaban en una cabaña, se me ha hecho un poco pesada. En la segunda parte, que ya transcurre en Londres, se hace más amena.
Es un libro de lectura fácil, y lo recomiendo si os habéis leído los dos libros anteriores. El libro tiene alguna sorpresa inesperada y deja incógnita abierta.
Mi puntuación un 3.5.