El duque de las Highlands es el segundo libro de la serie El Clan MacKenzie. Nos narra la historia de Juliet White una mujer sola y soltera nacida en las Colonias Americanas, que vende diez años de su vida por ir en busca de la única familia que le queda, una sobrina de la que no sabe ni el nombre. Para encontrarla viaja a las Highlands escocesas donde conocerá a Lachlan MacKenzie, duque de Ross, un hombre al que aparentemente sólo lo mueve la lujuria. Allí se convertirá en la institutriz de las cuatro hijas ilegítimas del sensual escocés, todas concebidas en una corta y desenfrenada temporada en la Corona.
Juliet sospecha que su sobrina es una de estas cuatro niñas, pero no sabe exactamente cual, ya que todas tienen más o menos la misma edad y son hijas de madre desconocida. Así que tendrá que adentrarse en el pasado familiar del duque para encontrar la respuesta a este misterio… mientras, las niñas irán haciéndose un hueco en su corazón. Pero Lachlan no es un hombre capaz de dejar que una joven hermosa conserve la inocencia bajo su techo, e intentará por todos los medios conquistarla
Una vez más nos encontramos ante una autora que fue publicada en nuestro país en los años 90 y que no se sabe muy bien por qué motivo quedó en el olvido de las editoriales, que no de las lectoras. Afortunadamente para nosotras Phoebe vuelve a publicarla.
Bajo mi punto de vista lo mas bonito del libro es ver como Juliet se va encariñando con cada una de las niñas, como a todas les encuentra un parecido con su hermana, como lucha por descubrir cual de las pequeñas es su sobrina a la vez que les da todo el cariño y mano dura que ellas necesitan. Por su parte Lachlan lucha con todas sus fuerzas para que nadie sepa jamás quiénes son las madres de las niñas, por una u otra razón todas han desaparecido de su vida y de las de sus hijas.
Los personajes secundarios van cogiendo peso a medida que avanza el libro. Las niñas nos van desvelando su personalidad: Agnes, la mayor y la generala del equipo, Sarah, la estudiosa, Mary que con el arco y la flecha no hay quién la gane y Lottie, la cascarrabias del grupo. Neville Smithson, amigo en la juventud de Lachlan y ahora enemigo. Este personaje en un principio parece que va a pasar por el libro sin pena ni gloria y al final resulta desempeñar un papel muy importante en la trama.
En definitiva un libro de fácil lectura que nos transportar a las Highlands y a sus costumbres, muy bien narrado con una trama que no decae en ningún momento. Al terminar el libro me ha quedado una sensación de dulzura y una sonrisa en la boca, y para darle una vuelta de tuerca más, un final impredecible que por supuesto no voy a desvelar.
Mi puntuación 4 de 5