Remington Knight con su participación en un juego de azar, ha ganado el derecho a casarse con Madeline de Lacy. Decidida a impedir que Remington logre su objetivo, Madeline decide que su prima Eleanor se presente en su lugar y ganar tiempo para evitar el matrimonio, pero nada sale como tenían pensado.
Remington Knight es un americano que aterriza en la sociedad londinense con la intención de hacerse un hueco entre la aristocracia del lugar, dinero le sobra, lo único que necesita es “pulirse” . Para ello lo mejor es acercarse a la “flor y nata” de esa sociedad, y eso lo va a conseguir casándose con la Duquesa de Magnus, a la cual ha ganado en una partida de cartas.
Una vez conseguido el objetivo sólo queda llevar a cabo el matrimonio, con lo cual hace que Madeline se presente ante él, para poder intercambiar sus votos cuanto antes, con lo que no contaba es con que “Madeline” iba a gustarle mucho más de lo que creía . Además, y aunque parezca que el sólo busca introducirse en los círculos más selectos, tiene un motivo mucho más importante: La Venganza.
Eleanor de Lacy, prima de Madeline, acepta suplantar su lugar durante un tiempo, para conseguir deshacer el enredo en que su querida prima está inmersa. Sin embargo, en cuanto conoce a Remington se siente totalmente atraída por él. Esta chica tímida, callada y poco dada a discutir, comienza a cambiar su forma de ser, a abandonar su timidez y “lanzarse a la conquista” de Remington, según lo ve ella, si sólo tiene unos días para estar con él, tendrá que quedarse al menos con algo que recordar y mientras suplanta a su prima intenta llegar al corazón de Remington.
Con ese argumento pensé que el libro podría gustarme, se daban ciertos ingredientes que combinados casi siempre han conseguido engancharme, pero sin saber cómo me encontré leyendo una historia diferente a lo que había imaginado, y que consiguió aburrirme en muchos momentos. A parte de eso, no sé si tiene que ver con la traducción, pero el hecho de que Eleanor, se pase la mayor parte del libro diciéndole “Mister Remington” consiguió “sacarme de mis casillas”. Es más, incluso parece que todos están al tanto de la suplantación de personalidad, o eso, o que el/la traductora se ha liado con los nombres.
El motivo que esgrime Remington para su venganza se deja entrever hacia la mitad del libro, y desde luego a mí me parece que incluso en esos momentos la base es poco importante para conseguir enganchar un argumento, quizás tiene mucho que ver la forma de exponerlo, y que la venganza que piensa llevar a cabo, no se entiende bien. El tiene pensados unos culpables de su venganza, pero cuando parece descubrir que los culpables son otros, se queda tan tranquilo, es como si dijese: “venga, vamos a terminar con la venganza, lo mismo me da quién sea el culpable”. No me convence, y tampoco entiendo, que forma de venganza sería quedarse con alguien por quien te sientes atraído.
Y por otro lado la actitud de Eleanor, tan comedida, tan tímida, tan responsable, y en pocas hojas la escritora la convierte en una “tigresa”. Le falta poco a la chica para ser una perfecta concubina, lo cual también me ha dejado “descolocada”. Y ese hombre, como describen en la portada “si os gustan los machos alfa”; pos chica, me gustan, pero éste NO, que descafeinadito es.
En resumen, me da pena decirlo, porque era un libro que me apetecía mucho leer, pero me ha resultado “malo; malo con ganas".
Besos.