Kate Mackenna es una joven empresaria, que apenas conoció a su padre y acaba de perder a su madre. Lleva una vida “tranquila” hasta que comienzan a estallar bombas a su alrededor. Aparentemente no tiene enemigos, pero ¿Por qué estallan las bombas a su paso? ¿Alguien intenta asesinarla?
Después de la segunda explosión su mejor amiga Jordan Buchanan, preocupada por su seguridad, envía a su hermano Dylan, policía de profesión, para que investigue quién quiere matarla.
Este es el quinto libro de la serie Buchanan. Me ha hecho recordar el sentido del humor al más puro estilo Garwood. El protagonista, Dylan, está enamorado de Kate desde hace años, aunque él no quiere reconocerlo, y lo mismo le sucede a ella que durante años ha hecho todo lo posible por estropearle sus citas. Ninguno de los dos quiere sentir nada por el otro, pero después de la operación de Jordan, Dylan y Kate, se encuentran y salta la chispa que hacía falta para que ambos reconocieran lo que uno sentía por el otro.
La intriga está servida prácticamente desde la primera página, Kate sin esperarlo se convierte en multimillonaria al heredar de un tío abuelo del que desconocía su existencia. Las bombas comienzan a estallar a su paso y hay varias personas que quieren verla muerta entre ellas sus tres primos de los que no conocía su existencia.
El libro me ha gustado bastante, aunque a medida que ha ido avanzando ha ido perdiendo fuelle. La relación entre los protagonista desde mi punto de vista se queda algo corta. Para mí lo mejor del libro es que he vuelto a ver el sentido del humor al más puro estilo Garwood.
Mi puntuación 3.5