Le llamaban K’aalógii y tenía la mirada profunda y misteriosa de un encantador de serpientes. Un genuino vaquero de los de siempre, con auténtica sangre india corriendo por sus venas y un extraño sentido del humor que amenazaba con hacer que una mujer perdiera completamente la cordura..
Lane McCrane había tomado una decisión: reconstruir su vida lejos de las cosas y las personas que habían enfriado su corazón. Sin pensarlo, hizo las maletas y se instaló en aquel lugar mágico y perdido entre las montañas de Nuevo México.
Sólo alguien como Lane podría doblegar el orgullo de aquel indio cabezota. Y sólo un hombre como él podría amarla como ningún hombre lo había hecho antes.
Éste es el primer libro que publica esta escritora española. La historia transcurre en un rancho de Juanita Fun, en Nuevo México y los protagonistas son Clyde y Lane McCrane.
Primero tengo que reconocer mi desconocimiento total sobre esta escritora, puesto que cuando me ofrecieron el libro en préstamo tuve que indagar para saber quién era y el argumento. Siempre me guío por los argumentos cuando quiero leer algo y si estos me gustan no me importa probar con nuevas escritoras. Y ciertamente el resumen del libro consiguió captar mi atención.
Lane McCrane ha llegado a Juanita Fun después de un desengaño amoroso, tanto su comportamiento como su forma de vestir le han granjeado el apodo de Srta.Pepinillo. Lane no se relaciona con casi nadie en el pueblo, no está interesada en intimar con ningún hombre y le gusta seguir llevando la vida tranquila que ha conseguido. El único momento en que baja la guardia es cuando está con sus alumnos, niños de cinco años que despiertan en ella todo el cariño y ternura que consigue esconder el resto del tiempo. Es precisamente la preocupación por uno de sus alumnos la que conseguirá ponerla en contacto con Clyde Bransow, el padre de Ben, su alumno preferido.
Clyde, viudo desde hace cinco años y padre de Ben, es conocido en el pueblo como un hombre de mucho genio, con el que la gente teme enfrentarse. La notificación que la profesora le envía consigue enfadarlo hasta el punto de presentarse en el colegio decidido a que la Srta.Pepinillo se encoja de miedo.
Clyde está seguro que la entrometida Lane va a tener que tragarse todo lo que ha escrito, nadie puede conocer mejor que él a su hijo; pero no se encontrará a un ratón asustadizo, sino a una tigresa dispuesta a defender el bienestar de su alumno por encima de lo que sea, incluso si “lo que sea” es su padre.
El primer encuentro conseguirá que salten chispas, el antagonismo es evidente desde el primer momento, los dos son tozudos y con un fuerte carácter que hará que cada enfrentamiento se quede en tablas. Si bien Lane en principio me parecía una protagonista sosa y pensaba que Clyde conseguiría manejarla a su antojo, demuestra a cada página que va a ser capaz de plantarle cara.
Me ha gustado la forma en que la escritora describe a estos protagonistas, tan parecidos en el fondo y también en las formas, atormentados por desengaños amorosos, cubiertos de una capa de protección que no querrán dejar caer, orgullosos y con miedo a ser heridos de nuevo, tendrán que bajar la guardia si quieren acercarse y conseguir lo que buscan desde hace tiempo.
El libro me ha gustado, me ha resultado muy entretenido y lo he leído prácticamente del tirón. Es cierto que la historia es más de lo mismo, o quizás lo que ocurre es que he leído infinidad de argumentos parecidos, o similares; pero de todos modos ha captado mi atención.
Me parece que para ser su primera publicación está muy bien, pero le pondría un par de pegas. Una, el precio: me parece excesivo que cueste 12 euros, porque es una novela con letra bastante amplia y por tanto cortita, aunque esté bien desarrollada y consiga una historia bonita y sencilla. Y dos, algunas frases son demasiado largas, puesto que se incluyen explicaciones, y por tanto al finalizar la frase hay que leerla de nuevo para no perder el significado que quieren darle. Aquí no podemos culpar a la traducción, por supuesto. Y en el lado positivo destacar que me gusta leer en la lengua materna de las escritoras, creo que los libros “llegan” de otra forma, puesto que no se pierde su esencia, cómo suele ocurrir con determinadas traducciones.
No me importaría volver a leer a esta escritora, si otros libros son como éste.
Valoración: 3,5/5. Bueno.