Crítica: Shannon McKenna - Entre las sombras

Argumento :Connor McCloud nunca podrá olvidar el día que estuvo a punto de morir a manos del que creía era su mejor amigo y fiel camarada, el agente Ed Riggs. Su sentido de la justicia y lealtad a toda prueba le costaron lo que más quería en el mundo, el futuro al lado de la tímida y estudiosa hija de Ed, Erin.

Erin, por su parte, ha estado enamorada de Connor desde la primera vez que sus miradas se cruzaron…

Crítica:

Tenía curiosidad por leer este libro por varias razones, una porque Connor había llamado mi atención en el libro anterior y dos, porque el argumento me parecía interesante. Generalmente me atraen los libros en los cuales se trata el reencuentro de dos personas que ya se conocen. Así que me lancé a su lectura, y la primera palabra que surge en mi mente es decepción. Sí, porque la historia y la forma de encauzarla no me ha gustado nada y no sólo eso, sino que me he pillado un cabreo que he tenido que obligarme a terminar el libro, así ahora lo puedo criticar a gusto.

Connor es un ser despótico, autoritario, machista, gobernado por su pene y para terminar de rematarlo podría catalogarlo como un maltratador. Quizás a alguna persona que haya leído el libro le parezca que exagero, sobretodo si le ha gustado la trama; pero en estos días que vemos a diario lo que hace los maltratadores me parece el colmo tener que asistir al maltrato como si fuese algo que alabar, porque al protagonista le puede el “amor” y su comportamiento hay que perdonarlo porque “ama con intensidad”. Por favor, es precisamente así como comienza la semilla del maltrato, con una falta total de respeto por la profesión de la novia, con ganas de hacer valer su voluntad para demostrarle que ella está equivocada, y usando el sexo como solución a los males que les aquejan. Además el trato que le da a Erin me ha parecido vejatorio, y no me refiero a las posturas sexuales, que no son nada del otro mundo, sino a la intención que tiene cuando se relaciona con ella.

Si él es un protagonista para darle de comer a parte, Erin es tonta de remate, no sólo consiente el trato de Connor, sino que lo excusa, y lo que es peor, piensa que él puede tener razón. Vamos, tan tonta ella como él. Además desde el momento que comienzan su relación, esta chica “casi virgen” y tímida donde las haya, que no sabe el cuerpazo que tiene, se descubre y reconoce sus posibilidades, y ya no puede pensar en nada que no sea mantener relaciones sexuales para acercar posiciones.

Los diálogos son malos, salvo que queramos aprender dos palabras : follar y correr. El libro anterior me pareció cien veces mejor que éste, porque éste es un bodrio infumable, pero a mí la curiosidad me puede y más que nada por agradecimiento a la persona que me los ha prestado, pienso leer los dos que me quedan, claro que sino me gustan también me despacharé a gusto.

Dejando de lado los personajes, que no me han gustado nada, tenemos el argumento, que durante las primeras doscientas páginas es única y exclusivamente : sexo, sexo, más sexo. Sexo para aburrir, y en las páginas posteriores, los malos malísimos, y entre pelea y pelea, ¡¡sorpresa!!! : SEXO, y dale que te pego, una y otra vez. Cansino a más no poder, vale que nos guste el sexo y que sea erótica, pero a mí me aburre, sobretodo si el sexo es en ciertos momentos un modo de control.

El resto de personajes que acompañan a a Connor y Erin, o son unos cavernícolas que creen que todo se arregla a golpes, o pertenecen al bando de los malos, añadiendo a eso una narrativa que incide una y otra vez sobre las mismas cosas ¿qué queda? las ganas de llegar al final y cerrar el libro para poder descansar.

En resumen, el libro es malo, el romance es inexistente y las sesiones maratonianas de sexo me han cansado. Nota : 0 /5. MALO